InfoRAS, nace luego de largas conversaciones en torno a lo que creemos que será el futuro de la acuicultura en Chile y el Mundo. A juzgar por el nombre, como equipo estamos convencidos de que el camino a seguir debe ser en tierra, en Sistemas Acuícolas de Recirculación(RAS). ¿Por qué llegamos a esta conclusión?
Cuando ya los temores iniciales de cultivar y engordar peces en tierra están en un segundo plano, comienzan a surgir nuevos desafíos, que en este devenir de “ensayo-error-mejora” empiezan a dejar más sensaciones dulces que amargas.
RAS en el mundo
Si nos dejamos influenciar por los volúmenes de inversión patrocinadas por bancos internacionales, y grandes conglomerados asociados a la tecnología y los alimentos acuícolas, todo indicaría que el desarrollo de RAS está en un muy buen pie.
Empresas como Salmon Evolution, Anfjord Salmon o Danish Salmon, ya están comercializando su salmón RAS, con excelentes resultados. Incluso algunos audaces comerciantes se han aventurado con preparaciones tradicionales como los slices de salmón ahumado en frío, pero a partir de salmón cultivado en tierra.
Los clientes comienzan a aumentar y la demanda hace necesario que nuevos actores se sumen a esta nueva tendencia. Y los proyectos abundan. Japón, Rusia, Estados Unidos, y Medio Oriente dicen presente con proyectos multimillonarios y que comprometen cientos de miles de toneladas de producción anual.
Y a nivel sudamericano, países como Ecuador, Brasil o Panamá, están incursionando fuertemente en este tipo de proyectos, con el apoyo declarado de sus gobiernos, en un esfuerzo mancomunado por sacar adelante la acuicultura de especies como tilapia, seriola y camarones.
Situación en Chile
A pesar de nuestra basta costa, de acuerdo a un estudio publicado por SUBPESCA, el consumo de alimentos provenientes del mar en Chile el año 2019, alcanzaba los 14,9 kilos per cápita, desglosado de la siguiente manera: pescados (12,25 kg), crustáceos (1,25 kg), moluscos (1,19 kg), algas (0,19 kg). y otros (0.01 kg).
Si se la compara con la de 2013, esta cifra es 1,7 kg mayor. Pero la ingesta de productos marinos sigue estando por debajo del promedio per cápita mundial: 20 kilos anuales.
La acuicultura provee un gran porcentaje de este consumo, pero la producción es principalmente exportada a mercados que tienen una demanda mayor a la nuestra. Y en la gran mayoría de los casos, los cultivos existentes se basan en sistemas tradicionales.
Respecto a RAS, en Chile actualmente existe una treintena de plantas enfocadas principalmente en el cultivo de smolt de salmón del Atlántico.
Las empresas han invertido en migrar sus sistemas, conscientes de las mejoras que a mediano plazo van a tener en sus ciclos de cultivo, procesando peces provenientes de ambientes donde todas las variables están perfectamente controladas.
Por otra parte, las presiones de los gobiernos y grupos ambientalistas, empujan a desarrollar procesos más sostenibles, y a todas luces, los sistemas RAS cumplen en gran medida con estas demandas.
Los RAS son sistemas de cultivo ecológico, eficiente en el uso de agua y altamente productivo. No registran impactos ambientales adversos, como la destrucción del hábitat, la contaminación y la eutrofización del agua, el agotamiento biótico, efectos sobre la biodiversidad debido a la fuga de peces en cautividad y especies exóticas, brotes de enfermedades y transmisión de parásitos.
Además, el RAS opera en un entorno controlado y, por lo tanto, solo se ve mínimamente afectado por factores climáticos, como la variación de las precipitaciones, las inundaciones, la sequía, el calentamiento global, el ciclón, la fluctuación de la salinidad, la acidificación de los océanos y el aumento del nivel del mar.
Todo esto ha impulsado un puñado de inversiones en plantas RAS de ciclo completo, que actualmente se encuentran en desarrollos iniciales tanto para salmónidos como para otras especies, como la seriola lalandien el norte de nuestro país, caso en el que ya hay plantas operando y a la espera de cosechar sus primeros peces de tamaño comercial.
Mirada de Futuro
De cara a los nuevos tiempos, donde se enfrentan cambios de paradigmas de consumo, poblaciones más informadas y conscientes ambientalmente, normativas más fuertes, y el inminente cambio climático, los sistemas RAS surgen como una alternativa eficiente y de bajo impacto, para satisfacer la demanda creciente de especies hidrobiológicas para consumo humano.
Queda sortear el escoyo de los costos…
Mientras tanto, se seguirán explorando nuevas variantes de estos sistemas, que llegaron para quedarse y en un futuro cercano se convertirán en un complemento para la producción tradicional.
Nos queda determinar cuál es el real impacto que los sistemas RAS tendrán en la producción. Esperamos seguir trabajando en esto para tener novedades dentro de poco.