El manejo subóptimo de los peces en cultivo puede provocar estrés (crónico) y puede resultar en daños morfológicos externos, que pueden tener efectos nocivos sobre el rendimiento y el bienestar de los peces.
Un reciente estudio, titulado “Scale cortisol is positively correlated to fin injuries in rainbow trout (Oncorhynchus mykiss) reared in commercial flow through systems”, es el primero en investigar una posible correlación entre el estrés crónico y la aparición de daño externo en la trucha arcoíris ( Oncorhynchus mykiss) criaron sistemas comerciales de flujo abierto.
Para cuantificar el estrés crónico en ocho pisciculturas diferentes, los investigadores tomaron muestras de escamas de 10 peces por centro, para el análisis de cortisol a escala utilizando UPLC-MS / MS. El daño morfológico externo medido en los peces incluyó daño en los ojos, piel y aletas, así como deformidades y emaciación (pérdida de peso). Además, se evaluó la influencia del manejo (suministro de agua, agua por kg de pez, duración total del intercambio de agua, densidad media de población, frecuencia de alimentación) y la calidad del agua (oxígeno, temperatura, pH, amonio, amoniaco, nitrito, nitrato, turbidez) sobre el nivel de estrés y el daño morfológico externo.
El daño medido a los ojos y la piel, las deformidades y la emaciación ocurrieron con menos frecuencia, mientras que las lesiones en las aletas fueron comunes y difirieron significativamente en severidad, entre las distintas pisciculturas evaluadas. Los resultados, en todos los peces, mostraron una correlación muy positiva entre el cortisol de las escamas y la lesión total de las aletas.
Un suministro de agua limitado (agua/kg de pez e intercambio), así como mayores densidades y frecuencias de alimentación, dieron como resultado una calidad del agua comparablemente reducida, indicada por correlaciones con niveles más bajos de oxígeno, niveles más altos de compuestos nitrogenados, temperatura y turbidez más altas.
Después de realizar un análisis de componentes principales, los modelos de regresión lineal múltiple mostraron que el cortisol en escamas se predijo principalmente por la lesión total de la aleta, la temperatura y el componente de pH, amoníaco y nitrito.
En tanto, el daño total a las aletas fue predicho principalmente por el componente de manejo relacionado con el suministro de agua, m3/Kg peces y tiempo de recambio, así como por la densidad, cortisol de escamas, pH, niveles de amoníaco y nitrito y frecuencia de alimentación.
Los hallazgos sobre el cortisol en escamas apoyan que las lesiones en las aletas son un problema de bienestar importante y un indicador de bienestar adecuado en las pisciculturas.
Los niveles más altos de cortisol y las lesiones en las aletas, influenciadas directa e indirectamente por los manejos en la piscicultura, son indicativos de un deterioro del bienestar y respaldan la necesidad de reducir el estrés crónico y la aparición de lesiones en las aletas en entornos de acuicultura.
Aquí puedes acceder al abstract del artículo.