Los peces, tanto de la acuicultura como de la captura silvestre, están expuestos a antibióticos veterinarios y medicinales (AB).
Un reciente estudio denominado “Different antibiotic profiles in wild and farmed Chilean salmonids. Which is the main source for antibiotic in fish?” exploró la ocurrencia y la fuente probable de 46 residuos de antibióticos en el músculo de salmón de cultivo y trucha silvestre de Chile.
De acuerdo con el artículo publicado en la Revista Science of The Total Environment, los resultados mostraron que se detectó al menos un AB en todas las muestras estudiadas. “Se observaron patrones diversos entre los especímenes cultivados y silvestres, con concentraciones más altas de AB en los peces silvestres”, revelaron los investigadores.
Considerando la resistencia a los antimicrobianos, los AB detectados correspondían a las categorías B (Restringir), C (Precaución) y D (Prudencia), establecidas por el Grupo de Expertos Ad Hoc de Asesoramiento Antimicrobiano (Agencia Europea de Medicamentos).
También se utilizó estadística multivariante para verificar las diferencias entre las poblaciones cultivadas y silvestres, buscando la fuente probable de AB.
El análisis de componentes principales (PCA) reveló que ciprofloxacina, moxifloxacina, la enrofloxacina, amoxicilina, penicilina G, ácido oxolínico, sulfametoxazol, trimetoprima y claritromicina se asociaron con muestras silvestres, recolectadas durante la estación fría.
Por el contrario, norfloxacina, sulfaquinoxalina, sulfadimetoxina, nitrofurantoína, ácido nalidíxico, penicilina V, doxiciclina, flumequina, oxacilina, ácido pipemídico y sulfametizol se asociaron con muestras silvestres recolectadas durante la estación cálida.
En general, todas las muestras de salmón de cultivo se asociaron con ofloxacina, tetraciclina, cefalexina, eritromicina, azitromicina, roxitromicina, sulfabenzamida, sulfametazina, sulfapiridina, sulfisomidina y sulfaguanidina. Además, el análisis discriminante lineal mostró que el perfil AB en los peces silvestres difiere de los de cultivo.
A pesar de estos hallazgos, los investigadores detallaron que la mayoría de las muestras mostraron niveles de AB por debajo del límite reglamentario de la UE para el pescado comestible, a excepción de la sulfaquinoxalina, en una muestra. Además, se detectó nitrofurantoína (prohibida en la UE) en una muestra de acuicultura.
“Las diferencias observadas entre peces de cultivo y peces silvestres plantean interrogantes sobre la probable fuente de AB, ya sea la acuicultura o las actividades antrópicas urbanas”, .
Finalmente, los investigadores señalaron que se necesitan más investigaciones para vincular el perfil de AB en peces silvestres con la fuente antrópica.
Aquí puede acceder al abstract del estudio.