De acuerdo con el artículo científico, la tenacibaculosis es una de las infecciones bacterianas más importantes que afectan a la industria salmonicultora chilena, ocupando el tercer lugar en 2019 de aquellas enfermedades que afectan a la trucha arcoíris de cultivo (12,9% de la mortalidad) y al salmón Atlántico (9,8% de la mortalidad) (Sernapesca, 2020). Hasta la fecha, todos los casos notificados en trucha arcoíris estaban asociados con T. dicentrarchi .
Según relata el estudio, en marzo de 2020, dos jaulas con truchas arcoíris (~ 250 g) ubicadas en la región de Los Lagos, sufrieron un brote de una enfermedad. En total, murieron 17.554 peces (3,5% -4,8% de mortalidad acumulada).
El análisis microbiológico de los peces enfermos obtuvo dos aislamientos representativos (es decir, Tm-035 y Tm-036). Estos se obtuvieron de las lesiones cutáneas macroscópicas externas, típicas de la tenacibaculosis, de dos peces.
La fenotipificación, las pruebas de PCR y la secuenciación del ARNr 16S y los genes de mantenimiento confirmaron que los aislamientos eran T. maritimum. El potencial patógeno de Tm-035 fue evaluado, adicionalmente, desafiando a individuos de salmón Atlántico (Salmo salar), observándose una letalidad de 70 ± 15% de los peces en 11 días.
Entre los resultados encontrados por la investigación se destaca que los peces muertos en el desafío, presentaron los mismos signos clínicos externos que los especímenes de trucha arcoíris de cultivo afectados por el brote.
Además, se menciona que esta investigación amplía, aún más, la distribución de hospedadores conocida de este patógeno, demostrando que T. maritimum no tiene un huésped específico.
Finalmente, el artículo recalca que es el primer estudio que identifica a T. maritimum como el agente causante de brotes severos en truchas arcoíris de cultivo en Chile.
“Los datos amplían aún más la distribución de hospedadores conocida de este patógeno. Además, el experimento de virulencia en el salmón Atlántico reprodujo signos clínicos macroscópicos y una alta tasa de mortalidad, lo que demuestra que T. maritimum no tiene un huésped específico”, concluyen los investigadores nacionales.
“Dado que la producción de salmónidos en Chile continúa aumentando (989,546 toneladas en 2019 a 1,075,896 toneladas en 2020), hay pocas razones para pensar que el problema de la tenacibaculosis desaparecerá en el futuro. De hecho, después de la piscirickettsiosis (causada por Piscirickettsia salmonis), la segunda causa de muerte en salmónidos cultivados es la tenacibaculosis”, advierten los autores del estudio.
Aquí puede acceder al abstract del artículo.