Regal Springs, uno de los productores de tilapia de cultivo más grandes del mundo, está colaborando con los especialistas en tecnología Ace Aquatec para introducir el aturdimiento controlado en el agua en sus principales instalaciones de procesamiento para mejorar el bienestar de los peces.
La compañía con sede en Suiza dijo que su iniciativa de trato humano, que comenzó hace dos años e involucró pruebas exitosas en México, responde a la creciente demanda de los consumidores de estrategias de abastecimiento ético en las cadenas de suministro de alimentos.
“Este es un gran paso adelante del aturdimiento térmico a un proceso de aturdimiento más humano y controlado, y con esto hacia un mejor bienestar de los peces”, dijo Emily McGregor, gerente de sustentabilidad de Regal Springs.
“Como efecto secundario mejoraron los parámetros de proceso y calidad: reducción de magulladuras, mejor calidad de los filetes, mejores condiciones de trabajo para el personal. Esto apoyó la decisión de Regal Springs de pasar de las pruebas piloto a la aceptación inmediata del equipo y la proliferación en todo su negocio”.
Ace Aquatec, con sede en Escocia, recibió 1 millón de libras esterlinas en fondos de la Humane Slaughter Association para proporcionar equipos piloto de aturdimiento a las piscifactorías que no tenían una captura humanitaria en el lugar. Ace Aquatec y Regal Springs colaboraron con Nautilus Collaboration y The Center for Responsible Seafood.
El Sistema Universal Humane Stunner de Ace Aquatec permitió estos importantes avances, declararon las compañías en un comunicado conjunto.
Regal Springs nos presentó un desafío único para crear un producto a medida para ellos en las profundidades rurales de México. Juntos creamos un sistema de aturdimiento que pone el bienestar de los peces al frente de sus operaciones.
Esto representa el comienzo de una aceleración general en la piscicultura y el sector silvestre que vincula el bienestar en la cosecha con el valor económico”, dijo el CEO de Ace Aquatec, Nathan Pyne-Carter.
“Ahora estamos trabajando con granjas de barramundi en Australia, granjas de langostinos en Europa y el sector de la trucha en Canadá, ya que los consumidores y los reguladores insisten en procesos de cultivo más humanos. Hemos podido demostrar que cuando las granjas adoptan un enfoque que prioriza el bienestar, pueden ver ganancias económicas reales en sus negocios. Esto es fundamental si se quiere lograr la misión de ver todos los peces capturados humanamente en todo el mundo”.