La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, se presentó en un seminario que realizó MBI Inversiones, donde se conversó sobre el momento que vive Chile y sus oportunidades. Matthei partió su presentación con un análisis del desarrollo de la salmonicultura chilena y los obstáculos que pone el Estado al volver engorrosos los procesos.
Sobre lo mismo, la edil afirmó que la “Ley Lafkenche”, que desde 2008 entrega espacios marítimos a pueblos originarios, “estuvo súper bien intencionada, pero resultó un desastre, un desastre brutal”.
La posible presidenciable indicó que la ley supuestamente se hizo para que los pueblos originarios en las zonas que se usaban para ceremonias desde hace mucho tiempo, pudieran tener efectivamente reservado ese espacio, se les pudiera efectivamente reservar ese espacio “pero hoy se han tomado todo y cualquier inversión grande tiene que pasar por la Ley Lafkenche”, expresó.
La edil manifestó que, si bien cualquier proyecto de envergadura debe pasar hasta 2 veces por la ley, ha sabido de casos en los que igualmente han tenido que pasar 3 veces “y las resoluciones que han debido durar máximo 1 año, se demoran 6 años (…) ese es el Estado de Chile en el que hemos caído”, manifestó.
En línea con esto, la jefa comunal planteó que “un grupo de gente que en realidad está contra el progreso, o está a favor de ver cómo le saca una buena tajada a los que quieren invertir, está pidiendo todo el borde costero”.
Cifras que maneja la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), hablan de más de 100.000 hectáreas de zonas costeras entregadas a comunidades, así como de alrededor de cuatro millones de solicitudes.
6 a 8 años por una concesión marítima
Con la salmonicultura sobre la mesa, la alcaldesa manifestó que, si bien Chile es el segundo productor mundial de este producto detrás de Noruega, en el país nórdico hay una fuerza de trabajo público privada que determinó que al año 2050 van a quintuplicar la producción, mientras en nuestro país tardan 6 a 8 años en dar una concesión marítima.
Sobre lo mismo, la edil relató que recientemente habló con una persona que estuvo en un alto puesto del Ministerio de Defensa y que le preguntó por qué las concesiones marítimas, que se materializan desde las Fuerzas Armadas, demoran 6 a 8 años. Dijo que le respondieron que los marinos operan rápido, pero que el problema es la segunda parte.
Con lo anterior, apuntó Matthei, se referían a que después de ir a la Subsecretaría de Pesca, las solicitudes deben ir a Bienes Nacionales “a 80, podrían ser 30, o 16 instituciones distintas y cada uno cree que tiene todo el tiempo del mundo para pronunciarse”.
La exministra se refirió a otros sectores económicos para ejemplificar procesos similares y manifestó que “el problema del crecimiento de Chile tiene un solo responsable, el Estado de Chile”. Sobre lo mismo, afirmó que cada uno se hace cargo de su pequeño feudo, pero que no hay ninguna planificación y conversación. “Desde hace mucho tiempo que los problemas dejaron de ser de un pequeño feudo”, sostuvo.
Optimismo con eficiencia del Estado
La posible candidata enfatizó en que en Noruega se pusieron una meta país con la industria salmonera. Agregó que tras eso van viendo todos los problemas y todo lo que hay que trabajar para llegar a esa meta.
Respecto a este trabajo, puso en la palestra otro punto importante. “¿Qué pasa con los puertos, qué pasa con la fuerza de trabajo, con la contaminación, cómo lo van a enfrentar, cómo enfrentar el tema de tener a los peces lo suficientemente separados, de manera que, si llega a haber un virus, como el que hubo en Chile, no se contamine a todos?”, abrió la interrogante.
La edil explicó que se pone la meta y después las universidades, el Gobierno, la industria y las organizaciones civiles trabajan para llegar a la meta.
En alusión a la salmonicultura y el futuro de Chile en término generales, Matthei expresó que “soy súper optimista, pero en el entendido de que tenemos que sacarle trote, sobre todo al Estado”.