Como con todos los vertebrados, el ciclo parte cuando se fecunda el óvulo. El salmón hembra incuba huevos, las ovas. Cada pez pone alrededor de 10.000 huevos, que luego eclosionan y nacen los alevines.
Pero generar ovas es un proceso con mucho que hablar. La selección genética y las respectivas innovaciones biotecnológicas son esenciales en esta etapa que luego definirá todo el cultivo de este producto. 3 empresas que se dedican exclusivamente a esta actividad nos expusieron sus puntos de vista: Hendrix Genetics, AquaGen y Benchmark Genetics.
En pisciculturas y con especímenes escogidos, se reproducen los peces de forma asistida. A las hembras les extraen las ovas y luego las venden a las compañías productoras de salmones.
Hendrix Genetics mira a la innovación
En Curarrehue, Araucanía Andina, Hendrix Genetics tiene su Centro de Mejoramiento Genético Catripulli. El gerente general de la empresa, Rodrigo Torrijo, nos explicó que funcionan con un “sistema de ciclo cerrado”. Los peces hembras y machos permanecen toda su vida en el mismo lugar, lo que, indicó el gestor, evita que las criaturas se expongan a enfermedades o factores ambientales que alteren el programa genético.
El biólogo marino y MBA calificó la genética como un punto clave en todo sistema dedicado a proveer alimentos a partir de animales “si tú miras los avances que ha tenido la productividad en la producción de pollo o producción de cerdo, es en gran medida gracias a la selección genética”, dijo el gestor.
El representante planteó que, en los últimos 50 años con la selección genética presente, se produce proteína animal con la misma cantidad de alimentos que hace 5 décadas. “Se ha duplicado la eficiencia de conversión del alimento en carne, entonces, ese potencial también existe en salmones”, manifestó Torrijo.
En línea con lo anterior, el profesional sostuvo que la genética y otras mejoras en la industria explican que períodos de engorda que hace 15 años tardaban entre 18 a 20 meses, actualmente tarden entre 12 y 13, con posibilidades de reducir aún más ese tiempo.
Sin embargo, el CEO planteó que actualmente, además de poder usarse la genética cuantitativa tradicional, está disponible la edición génica (modificación del ADN) “esto quiere decir que empiezas a seleccionar por la presencia de ciertos genes específicos que a ti te interesan, que explican ciertos rasgos que a ti te interesan”, explicó el representante. Esto lo ejemplificó con la mayor resistencia frente a ciertas enfermedades como el SRS y el caligus. Torrijo, eso sí, aclaró que la selección génica es un proceso lento, pero que las mejoras son persistentes y que se acumulan en el tiempo.
AquaGen y la genética para enfrentar enfermedades
Otra de las firmas que produce ovas es AquaGen; tienen 7 instalaciones en el país y afirman que trabajan en la selección genética con grupos de elite. Sebastián Pérez, gerente técnico de la empresa, caracterizó las ovas que producen como unas de rápido crecimiento y robustez, destacó que con el salmón Coho lograron expandir la ventana de cosecha gracias a la generación temprana de ovas y que, por lo mismo, pudieron expandir el período de entrega de su producto a todo el año.
Pérez basó la importancia de la genética en un artículo que publicó la investigadora noruega de AquaGen, Inge Naeve. En el documento se lee que la genética juega un papel importante en la optimización y eficiencia de la producción. Asimismo, pone en la palestra que “la reducción del tiempo de producción en agua de mar da como resultado una reducción del tiempo de riesgo de enfermedades y otros eventos desafortunados”. Tan así, que la investigación postula que, en el mejor de los escenarios, la mortandad en el mar se podría reducir hasta en un 50%.
El artículo agrega que “se demostró que es posible aumentar significativamente la producción acuícola noruega mediante la mejora genética, y que la contribución de la selección genética (…) puede cerrar el 77% de la brecha de los 5 millones de toneladas previstas para 2050”.
En línea con ese análisis, El especialista planteó que, a diferencia de otras formas de control de enfermedades, la genética es la única herramienta que abarca todo el ciclo del salmón, lo que, indicaron, demuestra una disminución de la mortalidad.
Eso sí, sostuvo que para mejorar la calidad del salmón entra en juego más que solo la genética, especificó que el ambiente también tiene un rol importante con factores como el sistema de alimentación de los peces, el uso de luz artificial o la dieta.
La importancia del tiempo para Benchmark Genetics
Cuando Jean Paul Lhorente Caussade, gerente técnico y de genética de Benchmark Genetics Chile, nos explicó sobre el proceso de selección que realizan nos dijo que “los reproductores del núcleo (en la piscicultura) son seleccionados y desovados para generar una nueva generación del núcleo que trae un proceso de selección que acumula más progreso en los atributos que mejoramos”.
El especialista agregó que, utilizando los mejores productores seleccionados para hacer el núcleo, se genera un grupo de hembras multiplicadoras que llevan las respectivas mejoras genéticas, logradas en el núcleo de mayor magnitud, a la producción masiva de ovas. Indicó, como otras empresas, que, desde este grupo de hembras multiplicadoras, levantan una estrategia productiva con la que obtienen ovas durante todo el año, sin la necesidad de usar frío en incubación.
“Gracias al manejo tecnológico que poseemos de la criopreservación, somos capaces de fertilizar todas las ovas que producimos con los mejores 30 a 50 machos del núcleo”, afirmó el profesional y aclaró que las ovas que genera Benchmark provienen en un 70% de los grupos multiplicadores y en un 30%, de los salmones más valiosos del núcleo. Esto, dijo, deriva en mejoras en distintos atributos esenciales para el productor de carne, las que se potencian en cada generación de forma continua y acumulable.
Tal como con AquaGen, el especialista de Benchmark reconoció la importancia del ambiente y sostuvo que este incide en ítems como crecimiento, resistencia a enfermedades, reducción de la madurez temprana u otras características. Sin embargo, recalcó que “la genética es un componente esencial a largo plazo, sobre todo porque las mejoras se acumulan por cada generación”. “En 2 o 3 generaciones tenemos un pez muy distinto, mucho más productivo en comparación con el que partimos”, dijo el especialista, aludiendo a que las evidencias productivas se vuelven claras en el largo plazo.
Una industria con desafíos y oportunidades
Como en toda actividad, generar ovas involucra complejidades, sin embargo, el panorama no deja de ser interesante. El futuro de la genética toma un rol importante. Para AquaGen una de las dificultades es el control del caligus y los cambios ambientales, aunque en este punto también ven posibilidades de que, al mantener a parte de sus peces reproductores en el mar, estos se adapten a las condiciones reales de cultivo y, de alguna forma, se conviertan en especímenes que lograron superar esa adversidad que enfrentará su descendencia.
De todas formas, centran las futuras oportunidades en 3 ejes: genética, productor y casa de alimento. Es más, AquaGen sostiene que un trabajo conjunto entre estas 3 áreas creará sinergia. Eso sí, puntualizaron que perciben como una barrera las restricciones regulatorias de hacer investigación con edición génica.
Benchmark centra sus desafíos en mostrarle a sus clientes en el corto plazo cómo mejoran las ovas y los impactos positivos que esto genera en las empresas. “Las mejoras se pueden ver con claridad después de 2 a 3 generaciones de selección, que en un salmón del Atlántico son 12 años, algo imposible de esperar para el productor”, dijo Lhorente.
Eso sí, el especialista sostuvo que Benchmark desarrolla capacidades de análisis bio-económico para manejar esta situación. En esto, aclaró que ven una oportunidad real de generar un sistema de información junto a sus clientes para afinar el seguimiento y evaluar el resultado de sus productos, en tiempo real.
En lo netamente genético, Lhorente indicó que ven posibilidades interesantes en los desarrollos biotecnológicos que la empresa impulsa actualmente y que “nos permitirán disponer de ovas estériles diploides en el corto plazo”, afirmó en alusión a la innovación genética.
Rodrigo Torrijo de Hendrix Genetics recalcó las oportunidades posibles en la edición de genes: “es una de las herramientas más nuevas que tenemos a disposición (…) ha permitido hacer investigaciones importantes, por ejemplo, para mejorar la precisión de nuestro QLT (genoma que determina la variación de un rasgo)”, planteó el biólogo marino sobre un eventual protagonismo de esta técnica en los próximos años y sus particularidades para ayudar a solucionar problemas que persisten en la industria como ciertas enfermedades.
De todas formas, el representante hizo hincapié en la dificultad de impulsar la edición génica mientras su aceptación en los mercados no se resuelva por considerarse una técnica controversial.
Lo innegable, eso sí, es que para las empresas que generan ovas (y por ende en la industria salmonera en general) la genética juega un rol esencial, en esto las innovaciones son permanentes con el fin de lograr ofrecer productos de cada vez mejor calidad para vender en el mundo.