En su sitio Fish Health Forum, Pharmaq comparte este interesante artículo, donde se aborda una de los desafíos que enfrentan los sistemas de recirculación.
Existe cierto riesgo de que las bacterias del género Aeromonas puedan desarrollar resistencia a los antibióticos en los sistemas acuícolas de recirculación (RAS), según una nueva investigación en Francia, mientras que el alimento para peces puede proporcionar a las bacterias una ruta hacia estos entornos de producción altamente controlados.
En un intento por abordar las incógnitas sobre la presencia y las características de las bacterias en RAS, los investigadores del INRAE en Nantes han estado tomando muestras de sedimentos, biopelículas y heces de peces presentes en un sistema de flujo continuo experimental. El RAS está repleto de trucha arcoíris y obtiene agua del suministro municipal.
Los científicos, dirigidos por Nora Navarro-Gonzalez, DVM, PhD, tomaron muestras para detectar la presencia de Escherichia coli ( E. coli ), Aeromonas spp. y Pseudomonas spp.
El monitoreo bacteriano ofrece principalmente aspectos positivos
No se encontró E. coli en ninguna parte del sistema, aunque sí se encontraron otros coliformes, incluida Citrobacter freundii , una especie de preocupación médica humana. Este hallazgo se analizará más a fondo como parte del trabajo en curso.
La presencia de Pseudomonas también fue baja, mientras que ninguna de las bacterias analizadas en el estudio se encontró en el agua de entrada al sistema.
“No hay muchos entornos de producción de alimentos que puedan decir que están libres de E. coli . También es bueno que no hayamos encontrado más Pseudomonas ”, explicó Navarro-Gonzalez a una audiencia en la conferencia Aquaculture Europe.
Resistencia posible, pero riesgos bajos
Con Aeromonas , con mucho, la bacteria más comúnmente encontrada de las estudiadas, las pruebas de resistencia a los antibióticos se llevaron a cabo solo en ese género. De las muestras tomadas, el 65% resultó resistente al antibiótico tetraciclina.
Se encontraron cepas resistentes en todos los compartimentos del RAS y también en el alimento; esta última observación sugiere que es posible que se necesite un mayor control de calidad en los alimentos comerciales, dijo.
Hubo frecuencias más bajas de resistencia de Aeromonas a otros medicamentos, incluido el 15% de las bacterias resistentes a la cefotaxima y el 7% a la colistina. Sin embargo, estas cepas resistentes no persistieron por mucho tiempo en el sistema, enfatizó.
Al comparar los datos del RAS con los datos de los hospitales, se observaron valores similares para la concentración más baja de antibióticos necesarios para inhibir el crecimiento de bacterias.
“Nuestra interpretación es que no existe una cepa resistente del ambiente acuático que esté emergiendo y que pueda infectar a los humanos con más éxito. Esta es una buena noticia para la seguridad alimentaria y para la salud humana”, continuó.
Abordar incógnitas
Si bien los RAS están controlados y monitoreados de cerca, existe la posibilidad de que los patógenos circulen después de la introducción a través de peces o fuentes de alimentos, como se ilustra en este trabajo. Las preocupaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre la falta de conocimiento sobre la resistencia a los antibióticos en la acuicultura inspiraron el proyecto, explicó Navarro-González.
“RAS está cada vez más establecido en Europa, pero no tenemos ningún dato sobre este entorno de producción de alimentos”, agregó.