Sin duda, el bienestar animal llegó para quedarse y las empresas vinculadas a la acuicultura no se han quedado atrás en esta materia. Por ello, VeHiCe y Andes Sur Capacitaciones se unieron en una alianza estratégica para realizar un primer curso de Bienestar Animal en la Acuicultura que congregó a actores clave del sector el reciente 27 de agosto en el Hotel Cumbres, Puerto Varas.
El evento estuvo dirigido tanto a participantes individuales como a empresas interesadas en utilizar el código SENCE para la formación de sus colaboradores, que ofreció una combinación única de conocimientos técnicos y prácticos, diseñado para profesionales y técnicos del sector acuícola interesados en profundizar en aspectos clave como la etología en acuicultura, estrategias para mejorar el bienestar animal y protocolos avanzados de diagnóstico y control. Además, tras una prueba de evaluación recibieron un certificado de bienestar animal.
Marcelo Vera, médico veterinario y gerente técnico de VeHiCe, manifestó que “constantemente estamos investigando sobre diversas patologías que afectan el bienestar animal. Realizamos un seguimiento de campo continuo con nuestros clientes y llevamos a cabo estudios en condiciones controladas, a partir de los cuales hemos obtenido mucha información relevante para la industria en todas estas temáticas”. Además, comentó que este es el punto de partida de una serie de eventos que desarrollarán a futuro de alto interés para la industria.
En la tercera parte del encuentro, Vera profundizó en las patologías prevalentes en la industria, su abordaje y mitigación. En agua dulce señaló que las principales patologías que afectan el bienestar animal son, por ejemplo, las infecciosas, como la flavobacteriosis, IPN, PRV, deformidades esqueléticas, cataratas, entre otras.
“Todas estas patologías pueden ser disminuida tomando ciertas acciones relacionadas con los principales factores de riesgo que las generan. Al reducir estos factores de riesgo, se produce una mejora en las condiciones de bienestar animal. Además, analizamos cómo influye el estrés, el cual desencadena una serie de reacciones en el organismo para combatir estos factores estresantes y, finalmente, provoca el deterioro de los peces y la aparición de estas patologías”, explicó el médico veterinario.
Conociendo el bienestar animal y sus aplicaciones
Al inicio del encuentro, estuvo presente el gerente general de WELFCERT, Roberto Becerra, quien habló sobre la historia del bienestar animal y los principales hitos en su evolución hasta llegar a las últimas definiciones que hoy se conocen en esta materia. Además, abordó los indicadores de bienestar animal y su evaluación objetiva basada en el conocimiento científico.
Luego, la segunda parte de la jornada fue desarrollada por el consultor internacional, Jorge Martínez, médico veterinario con 32 años de experiencia. El profesional ha trabajado en la industria aviar y, posteriormente, en la salmonicultura, en las áreas de producción y salud, y en esta oportunidad expuso sobre las aplicaciones y prácticas de bienestar animal en la cadena productiva, así como sobre el manejo y la mitigación de agentes estresores.
En la primera parte de su exposición abordó el uso de fitogénicos en la producción desde ovas a smolt, analizando su uso en manejos de selección, vacunación y transporte (Estanque, camión y wellboat). “La verdad es que, hasta hace un par de años, se utilizaron mayoritariamente productos químicos para controlar algunas alteraciones que afectan a los peces. Sin embargo, desde hace un tiempo se está incorporando el uso de alternativas naturales y orgánicas biodegradables. Esto ha dado cabida al empleo de fitogénicos, minerales y una serie de productos naturales que pueden tener efectos beneficiosos tanto para la salud de los peces como para la seguridad ambiental y alimentaria”, comentó.
A su vez, destacó los resultados positivos tras el uso de sedativos de origen orgánico que “tienen un efecto tanto en el pez como en la calidad del agua, en este caso específicamente en el estanque de traslado. Por lo tanto, los peces consumen menos oxígeno, generan menos CO2, generan menos productos amoniacales y no alteran su fisiología interna. Por lo que su sistema se encuentra en un mejor rendimiento para enfrentar el traslado, logrando una carga más suave y una descarga mucho más eficiente. Por otro lado, es mucho mejor desde el punto de vista de que no va a afectar su consumo posterior en engorda en el mar, una vez que es transferido”, explicó el profesional.
También se refirió acerca de los efectos del estrés oxidativo y cómo influyen en el bienestar del pez, entendiendo que es una condición mucho más difícil de abordar. “Generalmente hablamos de un estrés fisiológico que es el que regularmente vemos, pero también hay una condición que se llama estrés oxidativo que, desafortunadamente, muchas veces no se ve. Es como algo subclínico, pero sin embargo, colapsa el sistema, mata la célula y mata al organismo en este caso. Consiste en el desequilibrio entre elementos antioxidantes y oxidantes lo que produce agotamiento y una depresión y se produce la muerte celular”, señaló.
Nuevos biomarcadores
Un punto muy interesante de la exposición de Martínez fue el análisis de la factibilidad del uso de nuevos biomarcadores para determinar el bienestar animal en peces. “Pensando en lo que se desprende de la definición de las libertades o los cinco dominios de bienestar animal y enfocado en los peces, tendríamos aquellos que tienen que ver con la conducta, por ejemplo, dopamina y serotonina, y los que tienen que ver con post-manejos. Mientras que en el consumo de alimentos, una lectina, para mí, es un polipéptido muy interesante y, como último caso, las HSC70 que son las proteínas directamente relacionadas con la síntesis de cortisol’, sugirió el médico veterinario.
Eso sí, aclaró que “son altamente variables, pero creo que es necesario generar una especie de ensayo-error y comenzar a trabajar con estos biomarcadores para observar cómo se comportan a lo largo del tiempo y evaluar si su implementación es viable. Sin embargo, creo que debemos hacer el intento de probar nuevas alternativas diagnósticas pensando en el bienestar animal.”
Finalmente, Martínez recomendó investigar “ciertos parámetros que no estamos analizando, por ejemplo, lo que significa la inclusión de un aditivo natural en términos de costos, las repercusiones productivas y sanitarias desde el punto de vista del bienestar animal que generan, y qué ventajas puede conllevar dentro de la producción. Esto es una tarea pendiente para poder evaluar de mejor manera el impacto económico de lo bueno que estamos haciendo o de lo que podríamos hacer con bienestar animal”.