Un tenso clima se vivió este viernes en Natales durante el taller sobre la nueva Ley de Acuicultura, que culminó abruptamente ante la imposibilidad de generar un diálogo constructivo entre los distintos actores involucrados.
Marta Oyarzo, presidenta del Sindicato Nº 2 Yadrán y vocera de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria del Salmón y ramas afines, manifestó que “esta convocatoria no fue informada por parte de la Subsecretaría de Pesca y la mayoría de los dirigentes, gremios y trabajadores de la comunidad se enteraron por medios informales, es decir, no hubo una convocatoria oficial hacia las organizaciones legítimamente constituidas”.
Cuestionamientos
Agregó que “lo que en esta primera instancia hizo la Subsecretaría de Pesca y la universidad fue venir acá y querer tomar un grupo que había de personas para que “casi como niños de colegio” nos sentaran en una sala y escribiéramos nuestras ideas y nosotros consideramos que eso no es lo que se tiene que hacer con respecto de esta nueva Ley de Acuicultura que va a regular a la salmonicultura y a toda su cadena productiva siendo la segunda actividad más importante del país en términos económicos, productivos y laborales”.
Señaló que dentro de los ocho pilares que se están presentando en el proyecto de Ley de Acuicultura “no hay ningún pilar donde se aborde el bienestar social, el bienestar laboral, o que se vaya a garantizar que la industria siga operando productivamente y se mantengan los puestos de trabajo, entonces ¿cómo quieren que conversemos?”, enfatizó.
La dirigente cuestionó: “¿Qué sucederá con las ONG que actualmente financian campañas contra las industrias en nuestro país? ¿Serán excluidas o podrán participar? No deseamos la participación de estas organizaciones, ya que no generan empleo ni aportan valor positivo a nuestras actividades. Si no existe la voluntad de avanzar en esta dirección, consideramos que el Gobierno y las universidades no nos están brindando las garantías necesarias para sentirnos involucrados en este proceso.”
Recalcó que “en el último tiempo hemos visto mucha desconfianza respecto a cómo se ha actuado. Vamos a tener una industria estancada, sin proyecciones, por todas las limitaciones que tiene y sin proyecciones porque no se sabe qué se va a generar con esta ley. Por ende, esto afecta directamente a los trabajadores. En este último tiempo, la industria ha estado bajando la empleabilidad en la región de Aysén y Magallanes, y también en las otras regiones en las cuales está presente.”
Cierre del diálogo y oficialización de documento
Oyarzo expresó que “el descontento surge porque querían imponernos condiciones con las cuales la comunidad y los dirigentes presentes no estábamos de acuerdo. Por lo tanto, se cerró la posibilidad de diálogo. Decidimos cerrar filas todas las organizaciones presentes y dijimos: No vamos a conversar ni a ser parte de este proceso hasta que se nos garanticen las condiciones para que sea un proceso donde se puedan plantear y considerar los intereses de los trabajadores legítimamente sindicalizados de la industria, quienes tenemos una asociatividad a nivel nacional y no podemos ver coartada nuestra posibilidad de participar en la creación de una ley que va a regular nuestro rubro.”
Finalmente, la líder sindical señaló que “se va a oficializar un documento que será enviado a la Subsecretaría de Pesca para que tome en consideración los puntos que nosotros estamos planteando y que salieron en el encuentro en el cual las organizaciones presentes concordaron”. Enfatizó que “se tienen que escuchar a los trabajadores legítimamente sindicalizados y a las organizaciones territoriales que están legítimamente constituidas. No se puede escuchar a personas que no tienen representación y que no están ligadas a la industria y que no sepan lo que está pasando.”